

Cementerio de Quebradita
A 41.2 kilómetros al sur de Freirina, (1 hora 10 min. Aprox.) se encuentra el cementerio de Quebradita, que con tan sólo 74 m. de largo y 25 m. de ancho alberga los vestigios de la industria minera que propulsó al sector en años pasados.


El cementerio está en la ladera de un cerro, y lo rodea una muralla, que en su parte más alta alcanza casi los 2 metros de altura. Un portón de madera sencillo da la bienvenida, recientemente ha sido pintado de blanco y una cadena cumple la función de pestillo para abrirlo.


Dentro, aún se encuentran algunas tumbas en pie, cuyos nombres son legibles a pesar de los años. Otras quemadas por el sol no permiten identificar a quienes yacen en esos solemnes lugares. Es posible encontrar en el centro un mausoleo de madera, el único que queda en pie dentro del cementerio y que al parecer ha sido profanado, o bien los familiares han llevado a sus deudos a lugares más asequibles de visitar. Además, dentro del cementerio, llama la atención algunas lápidas de cemento que parecen recién pintadas, e incluso con cerámica relativamente recientes, que demuestran que aquellas tumbas aún reciben visitas y cuidados, de quienes probablemente sean sus descendientes.


El historiador Oriel Álvarez Hidalgo, en su libro “Freirina, una historia” (2020) hace una descripción que nos permite visualizar el crecimiento que llegó a tener el mineral de Quebradita:
…"Este mineral, que alcanzó su mayor apogeo en el siglo XIX junto a otros centros mineros de su distrito, concentró una gran población en una sola calle larga de siete cuadras de longitud. Hacia 1846 los mayores productores fueron José Montt con su mina Quebradita”, de allí el nombre del sector.
En 1878 el boletín “Bosquejo Estadístico de Atacama” indica la producción del mineral de Quebradita del año 1876. En él se señala la cantidad de metal que produce cada mina del sector y lo que se obtiene en cobre fino una vez tratados los metales de cobre en las fundiciones habilitadas en el sector. [1]
“El mineral de Quebradita, también empezaba a formarse como pueblo, ya que llegó a tener dos escuelas, correo, cementerio, registro civil, policía y comercio establecido. El cementerio de Quebradita se mantiene casi intacto, en sus tumbas se lee nombres y fechas de suma importancia, que sirven para testimoniar valiosos antecedentes de la historia de Freirina.”[2]
Quisiéramos además reconocer el gran trabajo del historiador regional Don Aloso Castillo, quien en su libro “Mujeres en la Historia de Freirina”(2019) recopila información biográfica, genealógica, histórica y patrimonial de mujeres que han cumplido un rol protagónico y que han sido homenajeadas por la Municipalidad de Freirina. Dentro de su libro hace la reseña de Doña Nora Bugueño Aguirre, que compartiremos a continuación debido a su participación en una tradición que ha mantenido hasta el día de hoy con el campo santo.
“Nora Bugueño Aguirre
Nace en el legendario mineral de Capote, el 29 julio de 1946, hija del recordado minero Ceferino Bugueño y María Aguirre.
Por motivos laborales de su padre se trasladan al mineral de Quebradita, sector La Lea, donde se crió.
A forjado su vida con diversos trabajos a muy temprana edad, entre ellas nombraremos su labor de minera, elaboración de carbón, recolectora y vendedora de leña, criancera y por varios años se desempeñó en la Municipalidad de Freirina a cargo del aseo público.
Reconocida como una mujer trabajadora y solidaria, su familia la componen nueve hijos.
A pesar de sus escasos recursos, abrió la puerta de su humilde hogar y compartió lo poco que tenía con otros niños, muchos buscando afecto de madre y el calor de un hogar. En la actualidad esos hombres y mujeres la siguen llamando mamá.
Protagonista de una tradición familiar cada 1 de noviembre realiza un viaje al cementerio de Quebradita, a visitar la tumba de su madre y por el camino va dejando un ramo de flores o una corona, a cada animita que se encuentra en el camino, siempre apoyada por sus hijos y nietos.
Actualmente sigue realizando su labor de criancera en su majada, ubicada en la conocida Quebrada del Hospital” [3]
Testimonio de esta esmerada tradición familiar es la sepultura de su madre Doña María Aguirre, que tiene plantas naturales y bellas flores que adornan permanentemente su descanso y resaltan dentro del cementerio.
Como una manera de preservar nuestro patrimonio y para que las personas que están sepultadas ahí no queden en el olvido hemos creado una galería fotográfica con las tumbas y lápidas que han sobrevivido al paso del tiempo en el cementerio de Quebradita, que podrá ver al final de esta entrada.
[1] Alvarez Hidalgo, O. (2020). Freirina, una historia (3.a ed.). Producciones y Ediciones Tifuca, (pp.97).
[2] Alvarez Hidalgo, O. (2020). Freirina, una historia (3.a ed.). Producciones y Ediciones Tifuca. (pp.30)
[3] Castillo, A. (2019). Mujeres en la Historia de Freirina (1.a ed.). Aloso Castillo en convenio con Municipalidad de Freirina. (pp.49)




Fuera del cementerio encontramos este cartel con el siguiente texto:
Cementerio Quebradita
En medio del paisaje y sus vestigios, se encuentra el Cementerio de Quebradita, construido a mediados del siglo XVIII. Este junto a las Chimeneas de Labrar (Monumento Histórico), la escuela de Quebradita, y algunas viviendas forman el conjunto que compone la Historia de Quebradita. Era utilizado por todo el Distrito de San Juan (Fragüita, Quebradita y Labrar)
Dada la importancia y a la existencia de diversos pueblos y minerales, se hizo necesario contar con un cementerio público, el que fue utilizado por casi dos siglos. En la actualidad, se encuentra en regular estado, gracias a su protección de una sólida muralla y a la permanente visita de familiares de los allí sepultados.
FREIRINA PATRIMONIAL (Escudo de Freirina)
Galería fotográfica
